Eduardo Renobales. Colaborador de Eusko Lurra Fundazioa.
Siguiendo la serie de artículos sobre precursores del nacionalismo vasco progresista que estáis difundiendo en vuestra página, quiero detallar la aportación de la formación, que a mi entender, desarrolla una línea ideológica que rompe totalmente con el aranismo jalkide de los primeros años para alcanzar estrategias de liberación nacional y social modernas.
Se trata como sabréis de EAE-ANV (Eusko Abertzale Ekintza- Acción Nacionalista Vasca)
El 16 de Noviembre de 1930 se celebra una trascendente asamblea en el batzoki de Bergara en la que toman parte las dos facciones en que en esos momentos está dividido el nacionalismo vasco, Comunión y Aberri. Desde esta última, y especialmente por parte de su líder Eli Gallastegi, ya se ha avanzado en términos de solidaridad de clase con gentes de otras ideologías (especialmente comunistas). Gallastegi está exilado en México, dato importante que marcará, para mal, la reunificación. También desde dentro de Aberri, pero fundamentalmente de Comunión, un grupo de dirigentes que han salvado de la quiebra y reflotado el periódico Euzkadi, (Anacleto Ortueta, los hermanos Basterra, Luis Urrengoetxea, José Domingo Arana, José Ignacio Arana, Tomás Bilbao, José Plazer, José Olivares Larrondo, Andrés Perea…) han puesto todo su empeño en lograr una reconciliación que supere las carencias anteriores de la doctrina de Sabino : lucha de clases en lo social, sindical y económico, papel mujer en la política, aconfesionalidad, apertura a los emigrantes, superación de la compartimentación que suponen los Territorios Históricos…
Ese cambio es mal visto por los dirigentes que controlan el EBB y que no quieren apartarse del JEL (Jaungoikoa ta Legi zaharra) Como dominan el aparato del partido, el dinero y se han hecho con el control del periódico (con el argumento inapelable de una pistola en este caso), los reformistas deciden apartarse de la asamblea anunciando que ellos no participarán de esa reunificación forzada y anunciando la creación de un nueva formación política que llevan semanas preparando ante la certeza de que la situación iba a llegar a ese punto.
Aquí se debe incidir en el falso mito de que ANV es una escisión del PNV. La gente que formará la agrupación ekintzale era de Comunión, de Aberri y muchos no adscritos, pero ninguno militará en el PNV reunificado. Quede una vez por todas claro y que esta falsedad se deje de propagar.
EAE-ANV nace de este modo el 30 de Noviembre de 1930, con la publicación del Manifiesto de San Andrés en el que se recogen todas las aspiraciones que no han tenido cabida en el PNV y que rompen absolutamente con la línea ideológica que trazó Arana excepto en una cosa, Euzkadi euzkotarren aberria da. E incluso aquí con matices diferenciadores en las fórmulas de lograr la autodeterminación. Lo básico no será ya la sangre, el apellido y la fe; lo será el deseo propio de emancipación, el derecho de autodeterminación de los pueblos que se había aprobado en uina asamblea de la Sociedad de Naciones celebrada en Ginebra en 1929, a la cual asistió un futuro ekintzaile, el gazteiztarra Sabin Apraiz.
El 14 de Abril ANV se alinea con todos los partidos republicanos y progresistas que funcionan en Euskal Herria con los cuales ha constituido el Bloque Antimonárquico que le reporta una buena cosecha de concejales y alcaldes (79 concejales y 5 alcaldes; 51 en núcleos urbanos y 28 en zonas rurales)
La falta de dinero y un medio de comunicación propio lastrarán su desarrollo posterior. Al que hay que sumar la inquina del partido jelkide (era un competidor electoral directo) y una serie de errores estratégicos propios (especialmente de cara a los acuerdos para presentarse en los sucesivos comicios que se van celebrando) y ajenos (los partidos republicanos muestran enorme apatía en el tema nacional influidos por los socialistas, dejando que se propague la imagen del nacionalismo vasco como caduco, reaccionario y poco de fiar) que frenarán su impulso de encabezar el ideario abertzale.
Aquí cabe destacar el error del Gobierno republicano en no apoyar a un nacionalismo progresista plenamente implicado en el cambio de régimen que se da en el estado. Ante las carencias con que se topa ANV para poder desarrollarse, el PNV puede desplegar su estrategia política sin obstáculos, pues controla el poder fáctico interno del nacionalismo mientras a ANV le cuesta un enorme trabajo siquiera reunir a su Comité Central para cualquier reunión, debido a la insuficiencia crónica de medios económicos que sufre desde su aparición. Lo intenta cubrir con trabajo militante desinteresado, pero a veces no es suficiente.
Con la aparición de Tierra Vasca se palia un tanto la dificultad de la trasmisión social de su mensaje, pero debemos señalar que el periódico sufre un continuado boicot privado e institucional de publicidad y propaganda que le mantiene en la cuerda floja durante su corta vida (8.1.1933/11.3.1934)
De todas formas, ANV no es un partido que se estanca. Si bien a nivel representativo e institucional tiene un papel marginal, la línea ideológica que va marcando la militancia le lleva de una forma clara e inexorable a un socialismo no marxista que se impone en el congreso de Bilbao (30.6.1936) y que no puede desarrollarse con normalidad debido al golpe de estado fascista que ocurre dos semanas más tarde.
El giro socialista de Bilbao tiene algunos precios que pagar. Una parte de los primeros fundadores abandonan la formación porque se está escorando demasiado a la izquierda para sus inclinaciones personales. Además, la agrupación de Barakaldo (la más importante del partido junto a la de Bilbao) sufre una escisión de la que no es ajena el PNV.
Ante los comicios municipales que se prevén celebrar ese verano del 36, el PNV propone a ANV una coalición en Barakaldo cediendo la cabeza de lista a ANV. Dada la importancia de ambas formaciones en la villa fabril, era casi seguro que el alcalde sería pues de ANV. Ante esta oportunidad, el Comité Local desobedece al Comité Nacional que había ordenado a todas las agrupaciones locales que se integraran en el Frente Popular al que Acción Vasca se había sumado. Teniendo en cuenta que la junta de Barakaldo estaba constituida en su inmensa mayoría por obreros, técnicos cualificados y clase media, resulta paradójico que se dejen convencer por los cantos de sirena jelkides. El doble resultado será la escisión y que al final los comicios no se celebrarán, quedando el partido doblemente debilitado. Iniciada la guerra, los díscolos de Barakaldo constituirán el Batallón Gordexola, y ANV formará los Olaberri, Eusko Indarra, ANV 3 y Askatasuna.
Estos batallones ekintzales serán los que mayor porcentaje de bajas ante el enemigo sufran del Eusko Gudarostea, alcanzando la terrible cifra del 35 %, lo cual da dimensión de la sangría que sufre ANV durante la guerra, más si comparamos que hay batallones que no sobrepasan el 2 %. Curiosamente un poco por debajo de los números ekintzales se hallan los batallones anarquistas con los cuales los de Acción comparten tragedia en las ofensivas de Legutio y Asturias. En la defensa de la libertad, la democracia y la lucha antifascista aparecen dos corrientes minoritarias del País liderándolas. Compromiso frente a cálculo. Una lección importante a no olvidar.
Hoy está de actualidad el tema de la guerra civil y la Memoria Histórica, por las exhumaciones del Comandante Saseta y más de cien gudaris (una buena parte de ellos del Eusko Indarra) en Areces.
Con estos porcentajes de bajas, no cabe duda de que ANV queda casi desmantelado como organización política tras caer Bilbao. La dura lucha por sobrevivir el día a día de los que tienen que huir, apenas deja tiempo para la acción de resistencia, al margen de la ingente y excelente labor de Gonzalo Nardiz en el Gobierno Agirre; un Nardiz que, con el paso de los años, perderá conexión con su partido mimetizándose cada vez más con el PNV, por lo que acabaría siendo expulsado de Acción muerto ya Franco.
Compañía de ametralladoras del primer batallón de EAE-ANV
ANV estable su centro de oposición antifranquista en Buenos Aires y Caracas. En la capital argentina se funda uno de los mejores periódicos de la oposición republicana, Tierra Vasca, retomando la marcheta del diario editado en Bilbao durante la República. Su alma mater será Pello Irujo, y a su lado escribirán militantes tan cualificados como José Olivares Larrondo Tellagorri , el gasteiztarra Estrada (simpatizante de la CNT) o colaboradores no afiliados como Mikel Ezkerro. Este pequeño núcleo de patriotas vascos de diversa ideología asumió la ingente tarea de elaborar el mensual ekintzale. Que tan poca gente lograra un medio de tanta calidad da muestra de su valía, pero así mismo de la debilidad de las estructuras organizativas que tenía ANV.
Tierra Vasca era una publicación mensual en la que tenían cabida todos aquellos que tuvieran algo que contar o aportar por la causa del pueblo vasco. Era un espacio que no ponía trabas a la expresión política de nadie en un tiempo en el que comunistas o anarquistas estaban vedados en cualquier medio, incluso en los del exilio republicano. Así era corriente ver artículos de miembros de la CNT. Esa pluralidad y la calidad de sus contenidos contribuyeron a formar la opinión de que Tierra Vasca era el mejor difusor de la resistencia vasca ante la opresión franquista; pues, frente al colaboracionismo del Gobierno de Agirre con la desaparecida República española, desde Acción ya se manifestaba claramente que la defensa del derecho de autodeterminación del País Vasco estaba por encima y ante todo de cualquier otra política.
Tierra Vasca se distribuía desde Buenos Aires por todas las colonias vascas de Sudamérica y se metía de contrabando al Interior (el País Vasco ocupado por el franquismo) Ello suponía un enorme sacrificio económico para la militancia ekintzale que lo sufragaba en su mayoría con aportaciones anónimas o de colaboradores ajenos. El grueso del dinero provenía de Caracas y México DF. Sacrificio económico y riesgo personal para la militancia que lo distribuía con enorme riesgo personal, como me han relatado Iosu Osteriz, que lo recibía a través de mugalaris del Pirineo en Iruñea, o Bilbao, que lo repartía por la Margen Izquierda, Zona minera y Enkarterri.
En tanto que otros se mantenían agazapados en la retaguardia, cómodamente instalados en trincheras ajenas al peligro de la represión fascista, la militancia de ANV mantenía la lucha en la medida de sus menguadas fuerzas.
Es precisamente en Caracas donde se emite el Manifiesto que toma el nombre de la capital venezolana. En él, sus firmantes [ANV, Jagi-jagi, ETA, Eusko Aberri Askatasuna] declaran agotado el ciclo autonomista que arrancó con el estatuto, su ineficacia como arma de autogobierno y su nulidad de cara al futuro. Se apela a un nuevo compromiso intravasco ajeno a cualquier pacto, acuerdo o sometimiento con los republicanos españoles para alcanzar el objetico de acabar con Franco y recuperar la libertad. Se ponen las bases con este documento de lo que será la lucha popular en esta década y la siguiente contra el franquismo, pero que se hará desde unas posiciones fragmentadas, incluso enfrentadas, que supondrán una nueva dosis de sacrificio militante sin apenas contrapartidas. A las elecciones del verano de 1977 convocadas por el Jefe del Movimiento Adolfo Suárez, otros llegarán mejor colocados y con las ideas más claras; al menos en materia posibilista.
viva el pais vasco nuestros libertadores de venezuela tenian sangre vasca y catalana estamos con ustedes
La liberación de cada pueblo de su opresión social y nacional contribuye a la liberación de todos los pueblos del mundo