Isidoro Iglesias. Miembro de Eusko Lurra Fundazioa.
Vamos a intentar recordar la historia, para que no volvamos a tropezar tres veces en la misma piedra. Como se sabe el día 14 de Abril de 1931 se proclamó primero en Eibar, después en Madrid, la segunda República Española, con enorme regocijo del pueblo español.
El primer decreto oficial dado por la República, decía: “El gobierno provisional de la república ha tomado el poder, sin tramitación resistencia ni oposición protocolaria alguna… desde este mismo momento el presidente del gobierno provisional asume la jefatura del estado y designa a D. Niceto Alcalá Zamora, como presidente provisional de la república”. firman Manuel Azaña, Alejandro Lerroux, Fernando de los Rios y otros. Hacia la media noche del mismo día 14, sale el decreto por el que se amnistiaba a todos los presos políticos, sociales y se declaraba fiesta nacional el15 de abril.
Paralelamente y dos horas después, Francesc Maciá, el avi, proclama la República de Catalunya, sin alusión a supeditación a España, sino como estado integrante de la federación ibérica, con mando y carácter ejecutivo. Lo que no había conseguido la Monarquía lo consiguió la recién proclamada República catalana , es decir, el nerviosismo de Madrid, que el mismo día 25 envia a Fernando de los Rios con dos ministros en un aviön a Barcelona, para convencer a Macía de que el camino seguido no es el correcto llegando a una acuerdo para que se diera marcha atrás a cambio de la la concesión de un “Gobierno de la Generalitat”.
En Euskadi, las voces discordantes fueron acalladas por el PNV, que se puso inmediatamente al servicio de la República, a cambio de un estatuto para Euskadi.
Lo siguiente está en conocimiento de todos. La Iglesia, los Oligarcas y los poderes fácticos, se opusieron a cualquier cambio que pudiera suponer menoscabo a sus poderes en favor de la ciudadanía, guerra civil, y así hasta nuestros días.
Hasta que no haya un auténtico poder popular, con las limitaciones que se deseen, no podremos hablar de una democracia, sino de un poder partitocrático gobernado por los de siempre,por todo éllo, no creo que hoy por hoy tengamos nada que celebrar hasta que la ciudadanía tome el auténtico poder y decida qué hacer con él.
Osasuna, Askatasuna eta Euskal Errepublika
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