Apuntes sobre anarquismo y cuestión nacional

Artículo de colaboración para Borroka Garaia da!.
Autor: Jakue Pascual.

En la interpretación de lo que es el anarquismo es habitual cometer un error de apreciación y entender lo libertario como ajeno a la tierra, la etnia, la lengua o la nación, confundiéndose la crítica del Estado con la de la autodeterminación de los pueblos. Cuando lo cierto es, no debemos peder de vista, que para el anarquismo los referentes territoriales, étnicos y lingüísticos son parte de la base natural sobre la que se articulan las interacciones que generan las identidades populares. De no ser así no podríamos entender la serie de oposiciones en las que históricamente se apoya el ideario anarquista: Independencia de los pueblos versus imperialismo estatista, antimilitarismo frente a militarismo, libre federación contra centralismo, no separación de cuestiones nacionales, sociales y personales en oposición al individualismo abstracto, transformación permanente frente a comportamiento unidimensional, bioterritorialidad como alternativa al desarrollismo insostenible, circularidad asamblearia y no verticalidad en la toma de decisiones, además de rechazo solidario y antiautoritario de toda desigualdad y discriminación.

Los clásicos anarquistas, Bakunin y Kropotkin, no son tan necios como para caer en la trampa de confundir las maquinarias estatales al servicio de poderes concretos, que se valen de propagar definiciones identitarias abstractas para el mantenimiento o la conquista del poder, con las relaciones que plasman de hecho las formas de ser y expresarse de los pueblos. Kropotkin, en su carta a María Korn, habla sobre la cuestión irlandesa e insiste en la necesidad de incluir el análisis de los aspectos sociales y económicos en los movimientos de emancipación nacional. Para el príncipe la disyuntiva del apoyo anarquista es nítida: “En todos los lugares donde el hombre se rebela contra la opresión individual, económica, estática, religiosa y sobre todo nacional, nuestro deber es estar a su lado”. También  Bakunin defiende la idea de una liberación social ligada a los procesos de emancipación de los pueblos, oponiendo al nacionalismo estatalista un nacionalismo revolucionario de carácter social y federalista. Un buen ejemplo de esto es el Programa de la Asociación Polaca Social-Revolucionaria, donde afirma que: “El orden que reina hoy en Polonia, bajo el yugo extranjero, se manifiesta incesantemente, como en todas partes, con el despotismo político y económico de una minoría privilegiada sobre las masas”. Polonia se autodetermina allá donde el pueblo quiere ser polaco. Bakunin hace extensivo el apoyo anarquista a la independencia de todos los pueblos del orbe, y muestra un especial empeño, como eslavo que es, por liberar a los pueblos de la región de donde él es originario de la opresión alemana, rusa y turca. En su concepción autodeterminista la secesión es un derecho que asiste a la libre asociación entre los pueblos (Federalismo, socialismo y antiteologismo). Circular a mis amigos de Italia: El Estado es una abstracción, la patria es natural. Es un hecho que las personas aman a su patria. Todo pueblo tiene su carácter: -“Por eso me siento franca y constantemente el patriota de todas las patrias oprimidas”, dice.

Los anarquistas participan en las luchas de liberación de Bosnia-Herzegobina. El poeta libertario Boter se implica en la insurrección Búlgara. Se crea la Organización Revolucionaria del Interior de Macedonia y de Andrinoble, que luchará contra la opresión del imperio otomano. El anarquista Guerdjikov será uno de los tres jefes elegidos para dirigir una insurrección que se planteará de una forma dual y simultánea; por un lado como liberación nacional del yugo turco, se crearán los Grupos de la Muerte, núcleos del futuro ejército revolucionario y, por otro, como revolución social se constituirán comités en cada espacio liberado. La superioridad de las tropas turcas dará al traste con este intento emancipatorio y se producirá un éxodo hacia Bulgaria de más de 20.000 exiliados. En este proceso revolucionario será significativa la negativa de los socialdemócratas a participar en el mismo.

Los situacionistas encuentran a Makhno, vagabundos como eran hallan exiliado en Paris al guía de la guerrilla anarquista ucraniana.  El agudo Cohn Bendit del 22 de Marzo (El izquierdismo remedio a la enfermedad del comunismo) se topa con la historia de la Makhnovitchna. Hábil disertador, destaca su carácter consejista, pero olvida matizar su pertenencia a un pueblo concreto, aún cuando los manifiestos makhnovitsi siempre hablen de Ukrania. Un extracto: <”¿Quienes son los makhnovitsi y qué causa defienden? Los maknovitsi son campesinos y obreros ya insurreccionados en 1918 contra la brutalidad del dominio burgués, alemán, húngaro, austriaco y contra el hetman [jefe de los cosacos] de Ukrania.  ¿Por qué se les designa makhnovitsi? Porque durante las jornadas más duras y más graves de la reacción en Ukrania, hemos tenido en nuestras filas al infatigable amigo y conductor Makhno, cuya voz resonó por toda Ukrania protestando de todas las violencias que se cometían contra los trabajadores”. El segundo frente que se abrirá contra esta guerrilla será el del Ejército Rojo controlado por los rusos. El Tratado de Brest-Litovsk firmado entre la revolución bolchevique y las potencias centrales había cedido Ucrania al imperio austro-húngaro.

Y en México, Flores Magon plantea la posibilidad libertaria indigenista al pueblo yaki. Su libro de cabecera es el de La conquista del pan, comparte espacio en la revolución con Villa y Zapata, contra quienes también se revuelven los batallones rojos que apoyan a Carranza. Funda el Partido Liberal Mejicano y envuelve a los anarquistas estadounidenses en una aventura, promoviendo desde Los Angeles la invasión de la Baja California, con la intención crear en este territorio una república socialista independiente. Muere en una cárcel de EE.UU., en la que cumplía una condena de veinte años, por sabotear con un manifiesto los esfuerzos bélicos del gigante americano.

Angiolillo ejecuta al supresor de las libertades vascas en el balneario de Santa Agueda, como bien lo saben en Bergara.  Una acción antiimperialista en apoyo a una Cuba libre.
Un texto también clásico sobre el anarquismo y la cuestión nacional será el de Rudolf Rocker, Nacionalismo y cultura (op. cit., 1977); en este libro, cuya primera edición castellana aparecerá en 1936 en la editorial anarquista Tierra y Libertad, se dará un repaso histórico a las diferentes concepciones de la nación y el Estado.

Ya antes de la Guerra Civil española, personajes procedentes de  corrientes marxistas troskistas, como Andreu Nin (POUM), habrían adoptado postulados cercanos a Bakunin sobre la cuestión nacional, apoyando la autodeterminación de los pueblos y la revolución social en los mismos. En concreto serán muy ilustrativos a este respecto varios artículos de Nin como: <<Consideraciones sobre el problema de las nacionalidades>>, Comunismo nº 12, Mayo 1932. <<El proletariado y el problema de Cataluña>>, editorial de El Soviet nº 4, 12 de Mayo 1932. <<El problema de Cataluña queda en pie>>, editorial de El Soviet nº 9, 23 de junio 1932. <<La cuestión de las nacionalidades y el movimiento obrero revolucionario>>, Comunismo nº 37. Agosto 1934. <<El marxismo y los movimientos nacionalistas>>, Leviatán, Septiembre 1934. Todos ellos recopilados en Andreu Nin: Por la unificación marxista, op. cit., 1978.

Otros pensadores libertarios que aunarán criterios con la liberación nacional serán el gallego Ricardo Mella, que atacará directamente todo tipo de centralismo (referencia sacada de <<Nacionalismo e anarquismo>>, publicación del grupo anarcoindependentista gallego Treboada). Angel J. Capeletti que analizará el papel del nacionalismo burgués y su pliegue a los intereses imperialistas, contribuyendo a la desviación de las potencialidades que contienen en su seno las luchas de liberación nacional antiimperialista latinoamericanas.

Más actual será la aportación de Alfredo Bonanno, cliente reciente de las prisiones italianas, acusado de instigación a la insurrección, apología del delito y pertenencia a Azione Revolucionaria, y que contará con una extensa bibliografía no editada en castellano, pero de la que el fanzine anarcoindependentista catalán Icaria habrá extraído un texto sobre la lucha de liberación nacional de su libro Sicilia: Sottosviluppo e lotta di liberazione nazionale (1969) (Alfredo Bonanno, <<Luita de Liberación Nacional>>; en Ikaria, nº 21, diciembre del 89 – enero del 90). Este será un texto interesante, en el que se planteará una crítica del internacionalismo abstracto, manteniendo que las personas nacen en una situación histórica concreta, en la que se darán relaciones económicas, sociales, étnicas y lingüísticas particulares. Aunque la aportación más singular de Bonanno será la del <<límite étnico>>, cuestión que para él deberá contemplar cualquier desarrollo del federalismo anarquista en su libre asociación. Para Bonanno las revueltas concretas, tendrán lugar en un tiempo y en un espacio, que no tienen por qué coincidir con las fronteras impuestas por el Estado. La consideración étnica se antepondrá así a las disposiciones político-administrativas y será una de las premisas con las que se deberá contar a la hora de plantear el principio de desaparición del dominio bajo su forma estatista. Bonanno negará cualquier consideración sobre la potencialidad del nacionalismo burgués capitalista y eliminará cualquier posibilidad de pacto con los explotadores internos a la comunidad. La base étnica, que será el límite de la federación revolucionaria, no tendrá nada que ver con la división de clase impuesta por el capitalismo interior. Para Bonanno, la lucha de liberación nacional deberá superar la simple descolonización y atacar al desarrollo capitalista; aquí residirá su dimensión revolucionaria, que implicará, lógicamente, la destrucción del aparato de dominación, del Estado, como esfera de decisión externa a la comunidad. Si Bonanno relaciona su internacionalismo anarquista con la cuestión autodeterminativa de Sicilia, en Cerdeña nos toparemos también con un tipo de pensamiento y práctica similar. El texto de Constantino Cavalleri, Sardegna: Anarchismo e lotta di liberazione nazionale (La Fiaccola, Ragusa 1983), será un claro ejemplo de análisis desde las coordenadas anticolonialistas sardas y de la aplicación del pensamiento anarquista a las mismas. También destacaremos el capítulo del Libro publicado por la O.C.L. <<Les luttes de libération nationale>> (Organisation Communiste Libertarie, Etat des lieux… Et la politique bordel!, Acratie, 1989, pp. 297-315).

En el ámbito vasco, el pensamiento antiautoritario y libertario también estará presente a la hora de dar su interpretación del hecho nacional y de establecer con él sus más variadas interrelaciones. Podremos indicar que históricamente existirán referentes para contemplar esta cuestión. Las tradiciones circulares que aún hoy día se mantienen, serán un ejemplo ancestral de los ideales de decisión en común y de ayuda mutua. El AUZOLAN evidenciará un alto grado de solidaridad, de apoyo mutuo, en el que participará directamente el pueblo en pleno cuando se requiere su presencia para satisfacer una serie de necesidades de la comunidad o de algún miembro de la misma. El BATZARRE que ejemplificará una forma primigénea de toma de decisiones directas mediante la asamblea del pueblo, antepuesta a cualquier estructura supralocal.

Agustín Xaho de Zuberoa, militante republicano y euskaltzale que vivió en el siglo XIX, ya presentará en sus escritos un talante profundamente antiautoritario y descentralizador pudiéndosele atribuir -además de ser uno de los revitalizadores de la lengua, la cultura y la idea de independencia de los vascos y de negarse a ser enterrado en tierra cristiana consagrada- la invención de su término más querido, el de las Repúblicas Federadas de Eskual Herria (Antoine Th. d´Abbadie et J. Augustin Chaho, de Navarre, Auteur de Paroles d´un Voyant, Études gramaticales sur la langue euskarienne, Paris, Arthus Bertrand, Libraire, Rue Autefeuille, 1836; Viaje a Navarra durante la insurrección de los vascos, op. cit., 1976; La leyenda de Aitor, op. cit., 1995,  Palabras de un bizkaino a la reina Cristina, Likiniano, Bilbao, 1999; y la recopilación de artículos Azti-begia eta beste izkribu zenbait, Patri Urkizuren edizioa, Elkar Klasikoak, Donosita 1992).

De una manera tangencial la implicación de la CNT de Euskadi, antes, durante y después de la Guerra Civil y sus relaciones particulares con esta comunidad, también deberán ser objeto de consideración. Existirán libros publicados sobre el tema como: La guerra civil en Euskadi (L.M. y J.C. Jiménez de Aberasturi, Plaza y Janés, Barcelona 1978), Los anarquistas y la guerra de Euskadi: La comuna de San Sebastián (Manuel Chiapuso, Txertoa, San Sebastián, 1978), El Gobierno vasco y los anarquistas: Bilbao en Guerra (Manuel Chiapuso, Txertoa, San Sebastián, 1978), o Casilda miliciana (Luis M. Jiménez de Aberasturi, Txertoa, San Sebastián 1985), donde se expondrán las interacciones positivas y negativas entre los diferentes sectores del bando republicano vasco y donde participantes anarquistas como Likiniano, Chiapuso o Casilda expondrán sus puntos de vista sobre la guerra, el papel de los participantes, el nacionalismo y la revolución. Los anarquistas vascos firman en el exilio el Pacto de Bayona con todas las fuerzas nacionalistas y republicanas vascas. Otro texto donde se evidenciará la transición de determinados anarquistas históricos hacia el apoyo de la causa independentista armada será el de Likiniano (Pilar Iparragirre, Txalaparta, Tafalla 1994). Así mismo, y siguiendo con la CNT, será interesante referirnos a la ponencia elaborada por la Federación local de Iruñea, realizada para el Congreso de Valencia de la CNT-Revovada (ahora CGT), donde se hará un firme alegato en favor del derecho de autodeterminación (reproducido en la revista Bicicleta, nº 24, diciembre 1980).

Otro de los escritores-pensadores vascos que más influjo habrá tenido en el desarrollo de un ideario anarko-abertzale será Mark Légasse. Sus novelas y sus folletos serán un continuo alegato a la separación de los vascos desde presupuestos antiautoritarios. Entre su obrar podremos destacar: Las carabinas de Gastibeltza (op. cit., 1978), Los contrabandistas de Ilargi Zaharra (op. cit., 1980), Zortziko de Iraeta para Arpa y Txalaparta (Txertoa, San Sebastián, 1990), Pasacalles por un país que ni existe (op. cit., 1982), Santxo Azkarraren parabola (Txertoa, Donostia, 1985), con Itxaro Borda, Infante zendu batendako pabana (Txertoa, Donostia 1986), Palabras de un anarquista vasco (op. cit., 1996.). También existirá una biografía suya realizada por Amaia Egaña, Marc Legase: Un rebelde burlón (Txalaparta, Tafalla, 1997).

Otro autor a quien podremos incluir dentro de esta corriente será Beltza, que en la editorial Txertoa tendrá textos como: Nacionalismo vasco y clases sociales, Mediación y alienación: Del carlismo al nacionalismo burgués, El nacionalismo vasco en el exilio (1937-1960), Euskadi 1984; además de numerosos artículos al respecto como el aparecido en la revista Jakin nº 51 de 1989: <<La revolución y las naciones oprimidas del exágono>> (traducido por Archipiélago nº 4 1990, pp. 67-80). Y en este sentido habrá que citar el nacionalismo revolucionario de Krutwig, su Vasconia y su desplazamiento del anarcoindependentismo hacia el consejismo autónomo.

También será importante percibir cómo se acercan a la cuestión los sectores procedentes del marxismo consejista-autónomo y del anarquismo en la Euskal Herria en los 70, 80 y 90. La proliferación  de estos enfoques se dará en un momento donde la efervescencia del movimiento asambleario y popular es una realidad palpable. Uno de los textos considerados un clásico dentro de esta corriente será el de Bereterretxe (seudónimo), Nazio Arazoa (autoedición, Gipuzkoa 1977). Otros escritos de importancia en los setenta serán:  El manifiesto ideológico del colectivo Askatasuna sobre anarko-abertzalismo tratado en forma de editorial por la revista Askatasuna, nº 19-20, Bilbao 1978; el artículo de Mikel Orrantia <<La cuestión nacional>> (revista Askatasuna, nº 16-17, Bilbao 1977) y del mismo autor el libro La alternativa global, (op. cit., 1978). Sobre la autonomía y la cuestión nacional será representativo también el texto de Mikel Urriz, publicado por el colectivo Zirikatu, Cuestión Nacional y Autonomía Obrera en Euskal Herria (Irakurgaiak nº 9, Bilbao 1987). Otros libros de más reciente aparición sobre el tema de los Comandos Autónomos anticapitalistas serán: Comandos Autónomos. Un capitalismo iconoclasta (Likiniano, Bilbo, 1996) y Komando Autonomoak. Una historia anticapitalista (Likiniano, Bilbo, 1998).

Ya en los 80 se editará el libro de Jakue Pascual y Mark Légasse, Anarkherria (op. cit., 1986) que, dentro de la corriente anarkoabertzale, planteará el desarrollo de un espíritu antiautoritario vasco bajo el impulso de la reiterada pugna contra los estados centralistas. Los ejes de este análisis discurrirán a través de la cuestión del Estado, la independencia y el punk, como corriente estética rupturista que a mediados de los 80 sacudirá los fundamentos tradicionales de la sociedad vasca.

El debate sobre el anarquismo y la independencia de los pueblos continuará durante los años 90. En julio de 1990 el colectivo Ikaria de Barcelona convocará a unas jornadas de debate, como continuación de las comenzadas en Cerdeña, en las que se abordará los temas del anarcoindependentismo, la cultura, el ecologismo, la lucha armada y la liberación nacional y en las que se darán cita grupos pertenecientes a diferentes naciones sin Estado (ExIkaria, <<Xerrades Internacionals Anarcoindependentistes>>, boletín de septiembre de 1991). En esos momentos existían en el estado español diversos colectivos que se ubicarán en una línea anarco-independentista como Arabisem de Canarias y el Fanzine El Baifo de la misma comunidad, Treboada de Galicia, Ikaria de Catalunya o Zirikatu de Euskal Herria; además de mantenerse contactos con grupos afines de Quebec, Occitania, Cerdeña y Sicilia. También, y a modo de ejemplo, reseñaremos el resumen del fanzine Resiste del debate sobre anarquía y cuestión nacional celebrado en la casa ocupada de Lore Etxea de Iruñea, el 21 de septiembre de 1991(<<Debate sobre la independencia>>, nº 13, enero 1992). Otro texto que indirectamente se podrá incluir en esta reflexión será el producido por el Grupo de Debate de Bedia sobre el antimilitarismo y la cuestión nacional y que será reproducido en el Resiste nº 11 de febrero de 1991, bajo la denominación de <<Antimilitarismo y autodeterminación en Euskal Herria>>.

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3 pensamientos en “Apuntes sobre anarquismo y cuestión nacional

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