Señores de la Sangre

Josemari Lorenzo Espinosa

Un año mas y Bilbao repite algunos esperpentos favoritos. Las fiestas parecen disculparlo todo. Suciedad. Zonas y gentes cutres. Alcohol. Agresiones machistas. Ruido y estruendos. Y, cómo no, tortura de animales vivos en Vista Alegre. De la ingesta exhaustiva de otros animales (ya cadáveres), mejor lo dejamos… de momento.

Este año, los torerófilos pro-españoles. Herederos culturales y políticos de aquel Zubiria que invitaba a toreros, reyes y cupletistas, para adornar con el “mas cornadas da el hambre” sus guateques de Sarriko. No tienen bien amarradas las comidas y corridas. Sobre todo temen el ascendente ambiente hostil, la marea antitortura que les amenaza. Y se manifiesta por miles en las calles del botxo. Que llama asesinos a los toreros y sus amigos. Promete que esta será la última y prepara este sábado otra concentracción, contra las casposas fuerzas del horror y la sangre. De modo que los rancios torerófilos que todavía quedan, temen, mas que nunca, las intenciones de los grupos jóvenes antitaurinos. Y, sobre todo, su poder en las urnas. Que como ha pasado en Catalunya, bien pudiera vía parlamento prohibir la sangría que no cesa de otro modo. Y cerrar los presupuestos y ayudas municipales, para este desatino sanguinolento.

La pasión española

La matanza de toros representa su negocio y su ocio. Su pasión española. Y su odio a todo lo que se le opone. En este caso a los dos nacionalismos (catalán y vasco) antitaurinos. La tortura española, presentada como excelencia nacional española, cultura y tradición, es repudiada por millones de ciudadanos en el Estado. Pero es en la zona cero vasca donde se mantienen estos días, con mas rigor, y se aprietan las filas de las viejas ideas de los grupos, relacionados con el poder político y la prensa. Por el valor político que puede representar. Estos días es evocador ver al Urquijo, representante máximo de la invasión en suelo vasco, acudir a Vista Alegre al firme paso de la paz, rodeado de guardaespaldas.

Y al Correo Español (co-fundado y dirigido por Falange en 1937) fiel a su programa fundacional, defendiendo las rancias tradiciones carpetovetónicas. En los territorios ocupados por los tercios falangistas. En esta defensa de la españolidad y de la Raza, además de premiar anualmente a los verdugos mas aplaudidos, en el rotativo no faltan media docena de página diarias. O mas. Dedicadas a justificar la sangre y el ruedo. A intoxicar a los lectores, presentando como normalidad y naturalidad, el horror y la tortura. En un periódico ampliamente difundido en bares y tabernas. Donde los parroquianos y adyacentes se intoxican con algo mas que con alcohol.

Con ello, intenta el lobby de Vocento camuflar el rancio medievalismo de la torerofilia villana. Y sus escenas mas atroces, a base de entrevistas y fotografías. de toreros jóvenes, piratas ocasionales y asistentes varios. Capaces de todo, por salir en el periódico de sus sueños (españoles). Bobos del momento y pijas de la fiesta, que se han gastado en ropa una vez al año, la paga de verano. Para enseñarse ridículas, como en una boda, rodeadas de olor a sangre y cohibas machoman, en el anual recinto sangriento.

Por pura casualidad, en estos reportajes, no aparece nunca la agonía de ningún pobre animal torturado. Chorreando sangre, con los ojos extraviados dolientes. Pidiendo compasión a sus inclementes verdugos. Ni siquiera asoma el lancero cruel (que llaman picador). O el matarife (que dicen maestro) que atraviesa, en el último momento, el pulmón lleno de sangre del inocente Islero de turno. Tampoco sabemos nada del cachetero. El del verduguillo. Que se encarga de rematar a los toros que aún resisten, después de la tortura. O que se han roto alguna pata. Como en el vídeo, que este año ha publicado la Plataforma Antitaurina. Para denunciar este insoportable espectáculo. Ningún periódico, o televisión del poder ni del pesebre, lo ha recogido.

Los que si recogen el guante y el reto, son la gente del toreo. Aunque el propósito de esta gente venida de tierra española, descendientes directos de los Tercios que tomaron Bilbao en junio de 1937, no es en realidad defender su “fiesta”. Es sobre todo, luchar contra la desaparición del perfil español de las Aste Nagusia. Ya han conseguido que la rojigualda se coloque en su sitio constitucional. Con muchos esfuerzos y mucha colaboración vasca. Ha desaparecido el forcejeo de las banderas. Cierto. Pero ahora, su extraviado patriotismo, les indica que el maltrato animal, heredado de los señores feudales. Vendido como tradición y cultura hispana, debe de mantenerse en el peor centro de las peores fiestas.

Colabora, que algo caerá

Lo mas lamentable, en todo este asunto, es el bochornoso colaboracionismo del partido de Sota. El que algunos llaman (porqué?) PNV. Desde el inepto Ardanza, pasando por el histérico Platillos-Atutxa, sin olvidar al hispanófilo Azcuna y cierra España, o resbalando hasta el escurridizo Goia y el inoperate Urkullu, el partido sabe muy bien lo que tiene que hacer: seguir el orden instituido de las cosas instituidas. Portarse bien. Ser buen chico. Como lo ha sido, con Franco y desde Franco. Y no molestar demasiado a España. Que bastante tiene con lo suyo…O sea, lo de siempre. O sea, lo que decía Aguirre en vísperas del 18 de julio. Como justificante de su ayuda y colaboración con Madrid.

Hay pocas voces claras entre los políticos. Y hay pocas letras claras entre los escritores y periodistas. Pocos se atreven a repudiar abiertamente las costumbres salvajes. Que incluyen sacrificios, torturas y maltrato animal. Hemos llegado a duras penas, y después de mucha penuria y victimas, a poner en primera línea de nuestras protestas el machismo agresivo y violento. En forma de violaciones y abusos. Que muchas mujeres sufrían de borrachos y psicópatas. Y que no tenía respuesta. Han sido necesarios muchos años de lucha, a veces sorda, a veces rechazada. Para que un pregonero, o pregonera, haga de este asunto tema principal de su discurso.

Ahora tenemos otro reto. Conseguir que en el próximo pregón de fiestas de Bilbao se condene el maltrato animal. La tortura y agresión mortal a cada toro de Vista Alegre. Para los que el pregonero, cuando no colabora con su presencia, evita mencionar. Debemos hacer visibles, este horror, como hemos hecho con el caso de las agresiones sexuales. Colocar en el mapa. En los programas de fiestas. En las informaciones…En todos los sitios. La verdad de la injustificable tortura animal. Debemos denunciar a los toreros y a su amigos torerófilos, periodistas, políticos etc. como torturadores legalizados. Debemos repudiar a los políticos. A nuestros ayuntamientos. Que les apoyan y subvencionan. Mucho mas si, encima dicen que son nacionalistas. Y a las empresas, negocios, bares, y mercaderes varios…que hacen beneficio con esta fiesta de sangre. Y, como hacen ellos con otras víctimas, deberíamos hacer funerales civiles por los toros muertos. Que también tienen nombre y apellido. Y también tuvieron vida. Antes que el cruento negocio de la sangre decidiera acabar con ella.

Juan Carlos I, el torerófilo

En algo nos está ayudando la torpeza política y la ranciedad cutre, de quienes se ocupan de la propaganda torerófila. Este año, no se les ha ocurrido otra cosa que contratar a un espectador-colaborador de lujo. Una verdadera joya del show-bussines. El mejor rey de todos los tiempos. Al que, según dicen, ya no le dejan matar elefantes, ni osos…Y se sienta ahora, entre aplausos y bendiciones municipales, en primera fila de la sala de tortura.

Juan Carlos I, el rey soso, que sigue cobrando dietas y kilometraje, es llevado a las “fiestas” taurinas en peligro. O sea, a Donosti y Bilbao. Donde nunca había sido “necesario”, antes. En las que se le pide refrende y perpetre con su real presencia y prestancia, el bochornoso espectáculo. Como no es hombre de fácil verbo, afortunadamente. Y solo está acostumbrado a leer lo que le ponen delante. O como mucho balbucear un “Lo siento mucho. Me he equivocado”. Nos ahorramos sus, seguramente, interesantísimas, divagaciones sobre los toros y sobre su no solicitada presencia en el albero. Alguien pagará estos bolos veraniegos del abotargao. Pero seguro que el no. Dicen que no lleva un euro encima. Todo lo tiene en el Banco. Aunque se discute sobre la ubicación y nacionalidad de este.

El final del sadismo

 

En Donosti han estado varios años sin matar animales, en público. Hasta que, por casualidad, el PNV ha retomado las riendas españolas. Con la ayuda impagable de su eterno compañero de viaje el Partido español. Que algunos llaman PSOE. Para meter la tortura en el peor momento. Nada menos que en el año de la capitalidad cultural. Si hay una ciudad que, habitualmente, no se merece a sus gobernantes. Es Donosti. San Sebastián para los españoles. Que ahora, con las nuevas formas “culturales” del alcalde Goia, incluye el sadismo taurino institucional entre sus señas culturales. Aunque el dice que no tiene tiempo para ir a verlo.

En Eibar acaban de suspender también un jolgorio torerófilo, que mantenía un concejal y pagaban a escote los eibarreses. En ambos casos, el ayuntamiento se ha arreglado para retirar su apoyo moral y material, con algún subterfugio. Que en el caso de Bilbao, el PNV y el PSOE (los de siempre) han impedido. Por ahora.

En otros lugares de la tortura piel de toro se están reproduciendo estos alivios. Para los que fueron pioneros canarios y catalanes. Con ello, y no es tontería, las arcas públicas se ahorran unos miles de euros. Lo que demuestra que se puede vivir y, a veces mejor, y divertirnos sin recurrir a la tortura de toros. Tanto como sin abusar del alcohol y sin mirar a las mujeres, como presas fáciles. Abandonamos las cuevas hace muchos miles de soles. Ahora nos queda pendiente abandonar los corrales sangrientos y desocupar las dehesas, dejándolas a sus dueños los animales.

En Bilbao, en Gasteiz, en Irunea… el sadismo taurino tiene los años (días?) contados. Eso esperamos, al menos quienes creemos en un cambio de ciclo. Porque en Euskadi. En las fiestas de verano, no solo echamos en falta a los presos. A los presos políticos y militares vascos. También nos faltan los toros sacrificados a la diosa del sadismo colectivo. A la gran patrona de los psicópatas torerófilos. A la España de Cagancho y Manolete. Al franquismo de pasodoble y la espada carnicera.

Cuando el progreso y las ideas solidarias. Cuando los hombres y mujeres que sienten como suyo el sufrimiento de los seres vivos. De todos los seres vivos. Gobiernen los pueblos y administren las cosas, el sadismo taurino será un recuerdo amargo del pasado. Pasará al museo de los horrores. Y los toros. Animales mansos. Hoy falsamente convertidos en bravos, para ser torturados. Vivirán libres en landas protegidas. Y podrán ser vistos en su libertad, sin sufrir el sadismo de los negocios. Ni la persecución y tortura de ganaderos y “maestros”. Sin los políticos que, en la Historia, han hecho de España y sus colonias, una tierra de señores de la sangre.

Facebook Twitter Email

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

*

Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>