Varoufakis propone una alianza de la izquierda alternativa en el proyecto de transformación de la Europa de la austeridad. Por la democratización de Europa y contra la austeridad. Es una llamada imprescindible para nosotros y para nosotras. Debemos aceptar el reto. Ergo debemos acudir y participar como “pueblo propio”, con una versión antiimperialista e internacionalista que suponga llevar a la práctica la alianza de la izquierda alternativa de los Pueblos de Europa, con o sin Estado. En caso contrario, nuestra aportación y participación será la de una «comunidad nacional» subalterna, subsumida en las lógicas de las izquierdas reformistas europeas. Dicho de otra manera, en su lógica propia de izquierda del Estado-Nación.

Debemos considerar la globalidad de nuestra problemática. Estamos bloqueados por el proceso histórico-colonial que conquisto históricamente el Estado Vasco de Nabarra y por la colonialidad que reprodujo contra nosotros el Estado-Nación. No es una historia única; se produce en muchos lugares. Pero la historia nos ha ubicado bajo la colonialidad de dos grandes «muy democráticos», muy imperialistas y muy Europeos Estados-Nación: España y Francia. Nuestro enemigo, como para los muchos pueblos del mundo donde se ha reproducido esta historia, no es solo el capitalismo (tampoco sólo la austeridad); sino el capitalismo, el eurocentrismo, el Estado-Nación, la colonialidad y el patriarcado. Aquí, los jinetes del Apocalipsis son cinco.

Debemos romper la lógica del Estado-Nación. No existe una lógica democrática si está asentada en el Estado-Nación. El Estado-Nación no es una realidad democrática. La realidad democrática pasa por la estructura de la Nación-Estado y está por demostrar el contenido democrático del Estado-Multinacional. El Estado-Nación es hoy la base de las relaciones de poder; la base de la diplomacia hegemónica imperial; la base del constructo de saberes que sirven para la dominación. El poder, los medios de comunicación y la izquierda del estado-nación nos invisibilizan. Invisibilizan nuestro proyecto , nuestra resistencia, la opresión que sufrimos, nuestra existencia.

La exigencia de participación como izquierda alternativa de las Naciones y Pueblos de Europa, es la única garantía de rehacer una Europa democrática. Con esta base cuestionaremos las políticas de austeridad, el tema de la deuda, el bloqueo de la globalización capitalista, el nuevo imperialismo del capital financiero y muchas cuestiones más. Tal vez se está abriendo una nueva puerta para la reconstrucción de Europa. Debemos empujar al unísono con los demás y entrar por ella tal como somos…… y con nuestro propio proceso. Esa será además nuestra mayor aportación al internacionalismo, y los pueblos del mundo nos lo agradecerán. Pero será solo posible si luchamos ideológicamente contra las actuales coordenadas del saber-poder hegemónicos en nuestro mundo occidental.