Ha saltado la noticia de que la Sociedad de Ciencias Aranzadi y los herederos ideológicos de los sepultados han logrado por fin los recursos necesarios para acometer la enorme tarea de desenterrar a casi cien cuerpos en un lugar olvidado de Asturies y repatriarlos casi con ocho décadas de tardanza, pretendido olvido y desidia institucional. Acaba un ciclo de autoridades desinteresadas que miran a otro lado, que no quieren desenterrar viejas heridas, que no desean dar pábulo a que los cavernarios madrileños se lleguen a enfadar, si se tomaran la molestia de interesarse en el tema.

Un descanso para los hombres de Euzko Indarra en Tremoña, Asturias
A mediados de febrero de 1937 diversas compañías del Ejército Vasco son enviadas, en autobús, con destino a los alrededores de Oviedo con la pretensión de acabar con la bolsa de resistencia fascista radicada en esa ciudad y casi copada por los adictos a la república que, conviene recordar, era la autoridad legítima del momento. Esas tropas (básicamente compañías del Amaiur jelkide, UGT 2, socialista y Eusko Indarra de EAE-ANV, <Eusko con s sí>) serían encabezadas por la figura militar más importante que dará la resistencia antifascista vasca, Kandido Saseta con su grado ya por entonces de Comandante. Sigue leyendo →