Este artículo del sociólogo Jakue Pascual fue publicado el 27de octubre del 2011 en el diario Gara.
Carta de Durruti a Likiniano: «La rebelión anda en el País Vasco vestida de negro». La Comuna de San Sebastián, con unas pocas armas y dinamita, entona «A las barricadas» frente al enemigo a la espera de los refuerzos de Pérez Garmendia. Por su parte, los dubitativos jeltzales aguardan acantonados en Azpeitia. Likiniano y los suyos intervienen en la batalla de Peñas de Aia y en el repliegue hasta la frontera, cuando los requetés de Mola quiebran la línea.
Luego combatirá en Aragón, será de los últimos en abandonar Barcelona hacia el exilio y allí se sumará a la resistencia contra los nazis y al maquis pirenaico.
En Iparralde el abertzalismo se mantenía a duras penas tras la ocupación. Mark Legasse lanza mítines ante auditorios minoritarios. Likiniano sujeta el megáfono. Y -según nos cuenta Chiapuso en el excelente libro de Pilar Iparragirre «Félix Likiniano: miliciano de la utopía»-durante su participación en la coral Oldarra del ácrata Philippe Oyhanburu alumbra su abertzalismo, narrándonos cómo tras una pelea en Miarritze declara ante el juez que a él nadie le llama extranjero en su tierra. Eran tiempos en los que el régimen de Franco pesaba como una losa. La inmovilidad del PNV atenazaba a los jóvenes nacionalistas que comenzaban a apostar por la resistencia. Sigue leyendo