EL CARRO Y LOS BUEYES, REVOLUCIÓN EN VASCONIA.

Hace unos 1600 años el pueblo vasco, que aún no se llamaba así pero que era, se levantó en armas contra la imposición feudal del Imperio Romano tardío. Aunque sin duda el tejido social etno-lingüístico debió de jugar un papel importante, si alguien osara decir que fue el “nacionalismo” o “patriotismo” lo que alimentó la revolución campesina, eventualmente exitosa, sería rechazado de forma unánime. Y con razón: lo que motivó esa revuelta popular fue la guerra de clases. Guerra de clases en términos de la Edad de Hierro (o período agrario tardío si se prefiere), en términos de masas trabajadoras campesinas (incluyendo sin duda a los baserritarras tradicionales de tipo “autónomo” o auto-empleados) frente a una oligarquía caciquil que apostaba por el modelo feudal: reducción de la condición de los campesinos libres a la servidumbre (servus = esclavo, estos dos términos no se diferencian hasta mucho más avanzada la Edad Media y de hecho nunca se diferencian del todo) al servicio de grandes latifundios de propiedad privada señorial. Sigue leyendo