Porqué los obreros tienen patria


Josemari Lorenzo Espinosa

Este texto forma parte de un libro (“El corazón en un puño”) de próxima aparición.

   

No es difícil odiar al Estado. Tampoco lo es confundirlo con la nación. Es un error muy común y a veces interesado, que el propio Estado se encarga de fomentar lo mas posible, como una de justificaciones. El obrero consciente odia al Estado.Desconfía de él. No lo siente como suyo, ni próximo. Nunca le pide ayuda.. El odio y la desconfianza de los obreros al Estado es defensiva, sabe por experiencia propia y ajena que el Estado está a favor de los intereses de la clase dominante. El Estado niega este hecho, y lo oculta celosamente. Pero en cualquier el Estado es la garantía del sistema. Y en nuestro caso, todos los Estados son estados capitalistas y tratan de asegurar la continuidad de este sistema injusto, caótico y depredador. Y por lo mismo, son responsables delegados de tan catastrófico modelo que, sobre todo, padecen los obreros. Este asunto, el obrero consciente lo tiene bastante bien resuelto. Y sabe, mas o menos, cómo enfrentarse a él. Pero las cosas se le complican cuando al mismo tiempo, junto al problema social hay un problema nacional. Y los obreros nacionales oprimidos, reivindican a la vez la posibilidad de constituirse en Estado “libre”. Y además, entre los reivindicantes figuran algunos capitalistas responsables de la maldad intrínseca del Estado, en si. Sigue leyendo