Isidoro Iglesias, miembro de Eusko Lurra Fundazioa
Muy típico del nacionalismo vascongado ha sido y es la sumisión permanente a la Iglesia Católica. Inmediatamente después del célebre comunicado conjunto de los obispos vascos, instando a la entrega de Euskal Herria a los nacionales y, solicitando el apoyo para los fascistas con su célebre pastoral “Non Licet”, nos encontramos con una carta de los alaveses Franciso Javier de Landaburu, y Manuel Ibarrondo al lehendakari Aguirre, que dice:
Vitoria, 3 de Agosto de 1936. Sigue leyendo